Todo el tiempo estamos
participando en nuestra cotidianidad con el propósito de mejorar las realidades
que nos rodean, las vías, los parques, la convivencia, la seguridad, los
acuerdos pactados, la familia y todo lo que nos involucra; es por esto que la afirmación
del pronombre plural “Somos Todos” tiene
la intencionalidad de convocarnos como cultura territorial en responsabilidad y
pertenencia para transformar los escenarios donde nos integramos. Esa es una invitación
a actuar hacia el exterior de nosotros mismos para el beneficio colectivo lo
que exige no descuidar la propia interioridad.
Para construir el “Somos
todos” es indispensable adquirir consciencia por sí mismos del “Soy uno”. Conociendo
o acercándome a mi forma de emocionarme, de sentir, de obrar, de amar, de
odiar, de reaccionar es la forma de aprender a auto regularme y equilibrarme en
la armonía con los demás y fundamentalmente conmigo mismo. Ese es el camino
para llegar a participar de una manera más justa, equitativa y comprometida con
todos. Por ello ahora quiero convocarles al periódico plebiscito del interior.
Este no involucra movimientos, partidos, sí a su cuerpo, a su corazón, a su
mente o su espíritu bajo el único liderazgo de usted mismo.
Este mecanismo de
participación para el sí mismo también requiere de decisión, modificación e
implementación de formas de pensar, de sus intenciones y sus comportamientos y
está regido única y exclusivamente por la Constitución y ley fundamental de ser
mejores seres humanos. Citemos entonces a las urnas del equilibrio
psicoemocional y de las relaciones saludables en cada uno de nosotros y
respondamos a la única pregunta:
¿Es mi propósito constante el convertirme en un ser humano con Bienestar
interior?
La aprobación es de carácter
vinculante y plena, es decir que exige el compromiso para corregir mis errores,
elaborar mis heridas físicas, psicológicas, de relaciones desde todos mis
órganos internos y comportamientos. De eso dependerá el tipo de persona, de
padre, de madre, de profesional, de trabajador, de político, de ciudadano que
conformará el “Fontibón Somos Todos” y aún más allá de la ciudad, del país, del
continente, del planeta de todos.
En cada uno es necesario
convocar semanalmente, diariamente, instante a instante, a un plebiscito interior donde sanemos y nos
reafirmemos una y otra vez como mejores seres humanos, libres de enfermedades
personales, de injusticia en nuestro obrar y de la reactiva emocionalidad hacia
los que piensan, sienten y se expresan diferente.
Carlos Daniel Bermúdez
Pinzón
Psicólogo
escritor de literatura
Con
resilientes imaginarios Twitter
@CarlosDanielBP
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